Si hay una manera ideal de acompañar un buen vino blanco como puede ser un Albariño gallego, es con una tapa de pulpo recién cocinado regado de un buen aceite de oliva como lo es Oleomoon. El pulpo, exquisito producto del mar tremendamente saludable, y el aceite de oliva, elemento básico de la dieta mediterránea, forman un tándem perfecto con el que degustar un buen vino gallego.
Si no sabéis preparar una tapa de este clásico plato de la cocina gallega, os dejamos aquí la receta tradicional para que podáis hacerla cuando tengáis oportunidad. Recordad de acompañarla siempre de una copa de frío vino blanco gallego.
Ingredientes para hacer unas tapas pulpo a la gallega (2 personas)
- 1/2 kg de pulpo
- 1 patata
- sal
- agua
- aceite de oliva
- sal
- pimentón
Cómo se prepara una tapa de pulpo a la gallega
En una cazuela con agua hirviendo y abundante sal ponemos las patatas que previamente hemos pelado. Cuando estén tiernas pero enteras, sácalas y córtalas en rodajas. Resérvalas.
Ahora mete el pulpo en otra cazuela (que sea grande) con agua hirviendo. Al meter el pulpo, se enfriará un poco el agua. Cuando vuelva a hervir, mete y saca el pulpo 3 veces (se llama popularmente “asustar el pulpo”). Con esto se consigue que el pulpo encoja y no se le desprenda la piel. Una vez “asustado” el pulpo puedes dejarlo cocinando de media hora a 50 minutos, dependiendo del tamaño del pulpo (más grande, más tiempo).
Truco: Si el pulpo lo hemos congelado con antelación, quedará más tierno al cocinarlo después de descongelarlo.
Cuando temple un poco el pulpo, córtalo con unas tijeras adecuadas en trozos de un tamaño medio y resérvalos para después. Recuerda que todo este proceso de espera se hace más ameno si mientras se cocina si tiene a mano una copa de un buen vino gallego.
Una vez tengamos todos los ingredientes preparados, servimos el pulpo ayudándonos de unos platos de madera ( a ser posible especiales para pulpo). Hacemos una base con las patatas cocidas y colocamos encima los trozos de pulpo (con generosidad). Compramos un buen aceite de oliva y aliñamos sin miedo con el aceite el pulpo y las patatas. Añadimos pimentón dulce en abundancia y sal gorda a gusto del consumidor.
Cómo hemos indicado anteriormente, una tapa de pulpo a la gallega es sólo una de las formas de acompañar un buen vino gallego, pero existen infinidad de tapas y raciones con las que disfrutar estos vinos, ya que por ejemplo mariscos y caldos calientes contrastan magníficamente en el paladar con un vino servido bien frío, sobre todo si es de calidad como pueda ser un albariño.
Los vinos blancos de Galicia maridan a la perfección con multitud de platos de la cocina española, ya sea de la cocina tradicional o de la denominada nueva cocina. Estos vinos, ya famosos en el mundo entero, forman parte de las bodegas de la mayoría de los establecimientos gastronómicos del país y son ofrecidos a los clientes por los mejores sumilleres de España, y del extranjero.